El entrenamiento, la mejor receta para la menopausia

Que las mujeres menopáusicas no tienen la suficiente información sobre los cambios que experimentarán en esa nueva etapa de su vida es un hecho. Según los resultados del V estudio realizado por el Instituto de la Menopausia, el 50% afirma no tener el conocimiento necesario y reclaman una mayor fuente de datos acerca de la sintomatología y los cambios tanto físicos como fisiológicos que se producen al llegar a esta etapa.

Un momento vital, el del final de los ciclos menstruales, que sigue siendo un gran tabú para nuestra sociedad y de cuyas consecuencias apenas se habla. Lo cierto es que la bajada de estrógenos puede conllevar una serie de cambios importantes en la calidad de vida de la mujer.

 

Efectos de la menopausia

Entre ellos, la disminución de la densidad ósea –tras la menopausia perdemos cada año entre un 1% y un 2,5% de masa ósea–, aumentando el riesgo de padecer osteoporosis o sufrir posibles fracturas. No en vano, una de cada cinco mujeres de más de 45 años tiene algún grado de afectación osteoarticular. Otra de las posibles grandes repercusiones de la menopausia es el aumento de los accidentes cardiovasculares debido a los cambios en el metabolismo del colesterol y triglicéridos. Además, la disminución de la actividad física y un posible aumento de peso durante esta etapa podrían contribuir a agravar ambos problemas.

Para intentar minimizar el impacto de la menopausia la mejor receta es la realización de ejercicio físico, especialmente de fuerza, dirigido por profesionales de una manera personalizada para cada mujer. Así, con un programa específico como el que se ofrece en Valle36, conseguiremos aumentar la masa muscular y mejorar la mineralización ósea, además de ayudarnos a controlar el peso realizando modificaciones en las alteraciones metabólicas para prevenir factores de riesgo cardiovascular.

Debemos destacar también el ejercicio en el medio acuático ya que podemos fortalecer el sistema músculo-esquelético a través de la resistencia que ofrece el agua reduciendo el impacto que supone a nivel articular, especialmente en mujeres con problemas osteoarticulares.

 

Tratamiento con fisioterapeutas

Otro de los efectos que podemos padecer durante la menopausia es la retención de líquidos. Debido a los cambios hormonales en ocasiones el cuerpo no es capaz de eliminar el exceso de agua y podemos llegar a sentirnos hinchadas y con un aumento del peso corporal.

Para atajar este problema, además de los beneficios que nos aporta el ejercicio, existe el Drenaje Linfático Manual, un conjunto de técnicas de masoterapia suaves, rítmicas y lentas realizadas por fisioterapeutas que siguiendo las vías linfáticas ayudan a movilizar el excedente de linfa dirigiéndola hacia los ganglios para facilitar su evacuación.

En Valle36, además, contamos con una máquina de LPG que favorece la eliminación de líquido a través de un rodillo motorizado que se desplaza por el cuerpo del paciente. Su aplicación no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones.