Piscina y embarazo, un plan para cuidarte de cara al parto

La piscina de Valle36, de hidrólisis salina y luz ultravioleta, es el escenario ideal para trabajar el sistema músculo-esquelético sin dañar las articulaciones. Nuestras clases de Aquagym se centran en ejercitar de forma simultánea diferentes grupos musculares como brazos, pecho, espalda, piernas y glúteos. Para ello, se plantean ejercicios que utilizan la resistencia que ejerce el agua y la flotabilidad con la ayuda de diferente material acuático para ejercitar y tonificar el cuerpo. Siempre reagrupando las clases en función del nivel de los participantes para adaptarnos a la forma física de cada uno.

También es un plan deportivo perfecto para futuras mamás. ¿Hay alguna limitación o momento en el que esté contraindicada la natación durante el embarazo? La respuesta es no. Pese a la existencia de falsos mitos que lo cuestionan, es recomendable realizarlo durante todo el periodo gestacional siempre y cuando no exista una contraindicación médica. Practicar natación en esta etapa nos ayudará a sentirnos ágiles y activas. Durante el embarazo, el agua nos ayuda a movernos con mayor libertad gracias a la ausencia de gravedad, evitando posibles dolores articulares derivados del aumento de peso y cambios en el centro de gravedad, los cuales experimentamos a medida que crece la tripa durante la gestación.

Las clases de nuestro programa de Piscina Embarazo estarán dirigidas a trabajar tanto la movilidad articular, especialmente de la pelvis y cadera, como el aumento del trabajo muscular, dirigido a fortalecer las zonas más vulnerables, reforzando el suelo pélvico, y preservar una correcta higiene postural. Todo ello para evitar posibles dolencias típicas del embarazo y prepararnos de cara al parto. Además, se produce un aumento de la capacidad pulmonar, el cuál se ve disminuido durante la gestación debido a los cambios mecánicos, desplazamiento del diafragma por el aumento del tamaño del útero, y bioquímicos, alteraciones hormonales que producen una estimulación en el centro respiratorio. Por último, también encontramos beneficios a nivel circulatorio, ayudando a prevenir y disminuir la retención de líquidos, así como la aparición de varices.