Fisioterapia y dolor ¿es necesario para curar?

¿Cuántas veces hemos escuchado que los fisioterapeutas tenemos que hacer daño para curar…? ¡Muchas! y eso no es así. Nosotros los fisioterapeutas no curamos como tal, sino que ayudamos a que el organismo del paciente vaya hacia una homeostasis, es decir, llevamos al cuerpo a un equilibrio que hace que el tratamiento sea más eficaz y poder así acelerar su recuperación. Pero en ningún momento hacemos magia ;)

Acorde con lo que llevamos años trasmitiendo desde nuestro centro, el dolor como tal no cura. Aún así, son muchas las veces que en nuestras camillas hemos oído frases como «aprieta todo lo que necesites para quitarme el dolor» o que «el mejor fisioterapeuta es el que te da una paliza»…¡Error! Por soportar más dolor no va a ser más efectivo el tratamiento ni más rápida la recuperación del paciente. Los fisioterapeutas no somos torturadores, simplemente mantenemos una conversación manualmente con los tejidos lesionados para activarlos y, que poco a poco, se vayan recuperando.

Normalmente, cuando os ponéis en nuestras manos es porque habéis sufrido algún accidente o sentís algún tipo de daño localizado. El dolor, junto con la inflamación, ayuda a determinar un daño en el tejido. Los tratamientos de fisioterapia se enfocan en disminuir ambos acelerando los procesos de autoreparación. Con lo que si aplicamos estas técnicas superando la barrera fisiológica o el umbral del dolor del paciente puede producirse una irritación del tejido y aumentar la percepción de dolor con lo que se activarán los mecanismos de defensa del paciente aumentando la tensión muscular y sobreactivación neurológica. Por eso, no se ha demostrado que las técnicas dolorosas sean más efectivas que técnicas más suaves.

¿Es normal sentir agujetas o molestias después de la sesión?

Es normal sentir alguna molestia dado que estamos tratando tejidos inflamados y doloridos. En ocasiones, se puede tener sensación de agujetas después del tratamiento hasta las 24-48 horas después de la sesión. Es la respuesta normal del organismo frente a la manipulación ya que se liberan una serie de sustancias y toxinas que se acumulan en la zona afectada y que, gracias al drenaje de la zona va al torrente sanguíneo, y de ahí esta sensación de agujetas, además de la propia manipulación con la que tratamos de deshacer las adherencias del tejido como mecanismo de defensa a la lesión. Después del tratamiento, el cuerpo se estará reajustando para volver a una situación de equilibro.

Con todo esto, aprovechamos para recordaros que el dolor no cura y que la fisioterapia no tiene que ser una tortura china ;)

 

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