¿Por qué un intensivo de natación es clave antes del verano?

Con la llegada del buen tiempo, las ganas de piscina y playa aumentan… ¡y no solo para los mayores! Los más pequeños esperan el verano con emoción, deseando chapotear, jugar y disfrutar del agua. Por eso, los cursos intensivos de natación previos al veranoson una excelente oportunidad para que lo hagan con confianza, seguridad y mucha diversión.

¿Por qué es ideal para los niños?

Los cursos intensivos de natación suelen concentrarse en pocas semanas, con sesiones frecuentes, lo que acelera el aprendizaje y permite a los niños adquirir habilidades acuáticas básicas (y no tan básicas) en muy poco tiempo.

Aquí te contamos algunos de sus principales beneficios:

Más seguridad en el agua (y más tranquilidad para ti)

Lo primero es lo primero: la seguridad. Aprender a nadar o perfeccionar la técnica antes de lanzarse de lleno a las vacaciones es clave. En unas pocas semanas, con clases frecuentes y adaptadas a su ritmo, los niños ganan soltura, aprenden a flotar, a respirar bien y a moverse con autonomía. Y eso se nota muchísimo cuando llega la hora del chapuzón.

 

 

Subidón de confianza (y de alegría)

Nada como ver su carita de orgullo cuando consiguen hacer su primer largo o flotar solitos. Los intensivos les ayudan a ganar confianza en sí mismos, a enfrentarse a retos nuevos y a sentirse más seguros en su cuerpo y sus capacidades. Todo, desde el juego y el refuerzo positivo.

Además de aprender a nadar, en la piscina trabajan coordinación, fuerza, respiración… ¡y liberan energía a lo grande! Es una forma genial de que se mantengan activos, mientras lo pasan en grande y aprenden casi sin darse cuenta.

Nuevos amigos y mucha diversión

En Valle36, las clases también son un espacio para hacer amigos, reírse, jugar y compartir. Y eso, en la infancia, lo es todo. Los grupos reducidos permiten que cada peque tenga su espacio y atención personalizada, pero sin dejar de divertirse con los demás.

 

 

Llegar al verano listos para disfrutar

Cuando un niño se siente seguro en el agua, el verano cambia por completo: se divierte más, se arriesga con más confianza y tú puedes relajarte sabiendo que ha aprendido lo básico para estar más seguro.

En definitiva, dedicar unas semanas antes del verano a que los peques se sientan más cómodos en el agua es una gran decisión. No solo por lo que aprenden, sino por lo que ganan en seguridad, autonomía y disfrute.

Y lo mejor es que todo esto sucede mientras se divierten, hacen nuevos amigos y se preparan para un verano lleno de momentos felices.

Porque al final, se trata de eso: que disfruten, que estén seguros y que vivan el verano como lo que es… una gran aventura pasada por agua.