El estreñimiento en el bebé

Se trata de un problema clínico bastante frecuente en la clínica pediátrica con un 2-30% de incidencia en la población infantil. Origina gran número de consultas en pediatría general y en clínicas especializadas en problemas digestivos infantiles que si no se trata o no se hace en condiciones óptimas, este problema de estreñimiento se podría cronificar en 1 de cada 3 niños.

¿Qué es el estreñimiento?

Se define como una disminución del número de deposiciones al que le acompañan otros síntomas como: retención fecal excesiva, esfuerzo o dolor en la defecación, mayor tamaño y consistencia en las heces y forma esférica y pequeña, aparición de fisuras o hemorroides.

¿Qué tipos de estreñimiento existen?

Debemos hacer una diferenciación entre estreñimiento real y pesudoestreñimiento. Ambos son formas de inmadurez del sistema digestivo debido a una hipertonía del esfínter anal por el sistema nervioso vegetativo inmaduro.

Pseudoestreñimiento: se produce por absorción completa o por no relajar el ano. En caso de lactancia materna en exclusiva el niño puede estar días sin hacer caca.

Estreñimiento: analizar, además de la frecuencia, que la caca sea dura y que se haga con dolor o no. Es más frecuente en lactancia de fórmula. Dentro de este tipo de estreñimiento debemos distinguir 3 subtipos:
Agudo/ocasional. Aparece debido al cambio del régimen alimentario, viajes o por estrés, en caso de hemorroides o dietas bajas en fibra.

Crónico. Se da en niños con lesiones estructurales de colon y el canal anal y suelen aparecer de forma secundaria a procesos sistémicos (enfermedades metabólicas, digestivas, endocrinas y/o neurológicas, traumatismos y/o ingesta de fármacos).

Funcional. Es el 90-95% de los casos y se debe a la tensión fascial con sus relaciones anatómicas aunque también puede ser por situaciones de retirada del pañal, fobia/evitación social al wc; cambio de leche materna a de fórmula o al inicio de alimentación complementaria, dietas bajas en fibra, deshidratación; infecciones perianales por estreptococo o incluso alguna alteración del desarrollo.

Aspectos a tener en cuenta y tratamiento.

Debemos de prestar atención al patrón de las cacas según el tipo de lactancia y los cambios que en ella se hayan producido, así como la introducción de suplementos, vitaminas, hierro, supositorios de glicerina (prohibido en niños menores de 2 meses), exceso de estimulación (ya que se cierra aún más), existencia de fisuras anales, etc.

Las madres deben beber agua para que los bebés no tengan estreñimiento o con la ayuda de los probióticos.

Para el tratamiento general del estreñimiento es importante una educación al paciente con medidas higiénico dietéticas como aumentar la ingesta de fibra/líquidos y disminuir el aporte de lácteos y derivados en la dieta y la práctica de ejercicio de forma regular.

En caso de estreñimiento más severo o crónico es necesario un tratamiento más exhaustivo que lo dividimos en 2 fases: la desimpactación para vaciar el colon de forma oral o rectal y el mantenimiento de las recomendaciones higiénico dietéticas y laxantes para prevenir la reacumulación de heces mediante fibra y laxantes (aunque el cuerpo termina acostumbrándose). A veces es necesario tratamiento farmacológico pero deberá ser determinado por el pediatra o especialista digestivo.

La fisioterapia y la osteopatía pediátrica ayudan en la resolución del estreñimiento terapia manual mediante técnicas fasciales y de masaje para reducir tensiones y relajar al bebé y los tejidos blandos, y técnicas articulares de ritmo suave y lento que reactiven el buen funcionamiento digestivo.

¿Cómo podemos participar en la educación de los niños para ir al WC?

Los padres y tutores del niño deben apoyar al niño con actitud positiva explicándole al niño su problema acondicionando el baño haciendo que el niño pueda apoyar los pies y sentándose en el inodoro 2-3 veces al día (10-15 min) manteniendo horarios fijos (después de las comidas por ejemplo) para poder recuperar el reflejo de defecación en casos en los que éste se haya perdido.

Resumiendo

El estreñimiento en el bebé es muy variable al igual que el número de deposiciones. Un bebé alimentado exclusivamente con lactancia materna puede hacer una deposición al día después de cada toma o incluso una a la semana y se puede considerar normal. Si detectamos que el bebé sufre de estreñimiento podemos modificar un poco la dieta de la madre, ingiriendo más fruta y verdura reduciendo alimentos astringentes y tomando mayor cantidad de líquidos. También podemos estimular al bebé con masajes en el abdomen que ayuden a relajar las tensiones y favorecer el tránsito intestinal evitando realizar otras maniobras como la estimulación del ano. Si el problema sigue permaneciendo lo más recomendable es acudir al pediatra.