El cáncer de mama es el tumor más extendido entre las mujeres del mundo occidental. Tal es así que, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en el 2014 se diagnosticaron cerca de 25.000 casos sólo en nuestro país. De ahí la importancia de que todas llevemos al día las revisiones oportunas. Ya sabéis el dicho, más vale prevenir que curar.
La duda es: ¿Todas las mujeres tenemos que pasar por las revisiones? Y la respuesta es contundente: SI. No es necesario haberlo padecido o tener algún caso en la familia para hacerse los chequeos habituales en el ginecólogo. 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida, así que cuanto antes se detecte, mejor.
En la actualidad los avances en medicina permiten tasas de curación del 90%, eso sí, también es cierto que hay que aprender a vivir con algunos efectos secundarios derivados del tratamiento. Uno de ellos es el linfedema y es ante esta dolencia donde cobran protagonismo los fisioterapeutas.
¿Qué es el linfedema? Es la inflamación de una extremidad debido a la acumulación de líquido intercelular entre la piel y el músculo. Esto sucede muchas veces tras una mastectomía. Al extirparse la mama y los ganglios en la axila, es más posible que haya acumulaciones. Ahí entran en acción los conocimientos de los especialistas.
A través del drenaje manual se consigue incrementar la actividad de los vasos linfáticos. Con un masaje exhaustivo y periódico, el fisioterapeuta va poco a poco estimulando los vasos sanos para favorecer la circulación. Después, el tratamiento se puede complementar con un vendaje compresivo con el que se disminuye el flujo venoso, se incrementa la absorción de la linfa en los tejidos y, como consecuencia, se aumenta el retorno.
Lo más importante en estos casos es ponerse siempre en manos de fisioterapeutas especializados para no empeorar la zona.
Y no queremos terminar sin recordar a todas las mujeres que están pasando por esta situación que no están solas….¡¡En valle36 también nos sumamos al rosa!! :) Por eso, hoy queremos dedicar estas palabras a todas las mujeres que han luchado o están luchando contra el cáncer de mama. ¡Estamos con vosotras!
