Seguro que habéis oído hablar del suelo pélvico. Pero…¿sabéis exactamente qué es? pues, desgraciadamente, el gran desconocido para much@s. Si nos ponemos un poco técnicos ;) es el conjunto de músculos que soportan la parte baja del abdomen. Coloquialmente hablando el “bikini muscular” y juega un papel fundamental en nuestro sistema urinario.
S.O.S. ¿cuándo da problemas? Si el suelo pélvico no es lo suficientemente fuerte. Al reírnos, al estornudar o al tener ganas urgentes de ir al baño no podremos controlar la vejiga. Asimismo, un aumento del tono en dichos músculos puede acarrear problemas urinarios o alteraciones sexuales entre otros.
¿Y en el embarazo? El peso que soporta esta zona durante la gestación (una media de 10 kilos) y la presión que esto supone pueden deteriorarlo en gran medida. Si a esto le añadimos la revolución hormonal que supone el embarazo para el cuerpo femenino, tenemos el cocktail perfecto para que los músculos perineales pierdan el tono. Por eso, como suele decirse, la mejor medicina es una buena prevención. Fortalecer el suelo pélvico con ejercicios específicos como son los de Kegel o eliminar tensiones si las hay con la ayuda de un especialista que los dirija y enseñe a realizarlos de la forma correcta, es una de las posibles soluciones.
A partir de la semana 20 de gestación o de la 31 como tarde, es importante comenzar a trabajarlo de la mano de fisioterapeutas especializados en Suelo Pélvico para evitar posibles daños durante el embarazo y el parto.
Elena Neila, especialista en fisioterapia uroginecológica en valle36
¡Pero no sólo durante!. Tras el parto, el suelo pélvico puede verse dañado en gran medida.
Después del parto no hay que esperar a que el Suelo Pélvico dé problemas. Una valoración adecuada, permitirá saber en qué estado se encuentra”. Elena Neila.
Unos pocos datos Se estima que el 50% de las mujeres que han dado a luz mediante parto vaginal sufren incontinencia urinaria. En la gran mayoría de los casos, ésta remite pasados un par de meses pero cerca de un 20% no lo hace, lo que deja ver que hay una alteración perineal que debe ser tratada. De ahí que sea tan importante la valoración del suelo pélvico nada más dar a luz y siempre de manos de especialistas.
Si es tu caso tranquil@. Algunos tipos de incontinencia se curan simplemente con fisioterapia uroginecológica con la que reeducar el suelo pélvico y fortalecerlo. Otros, más graves, quizá deban acabar en cirugía, pero antes se debe realizar siempre un tratamiento conservador. Lo que está claro es que el suelo pélvico son un conjunto de músculos como cualquier otro, por lo que nadie debería conformarse y vivir con pérdidas de orina.
