Running y embarazo ¿sí o no?

Hasta hace no mucho se pensaba que el ejercicio y el embarazo eran incompatibles. La mujer estaba en una época tan delicada que prácticamente tenía que quedarse parada. ¡Error! En los últimos años numerosos estudios han demostrado que son muchos los b, tanto para la gestación del bebé como para el parto y el posparto.

Y ahora que llega el buen tiempo, el running es uno de los deportes que más nos gusta. Pero ¿se puede correr estando embarazada? ¡Por supuesto! Siempre que sea de forma controlada, supervisado por un especialista en ejercicio físico y embarazo, y siguiendo unos pequeños consejos, no tienes de qué preocuparte.

El running está considerado como deporte de intensidad media/alta, por lo que si nunca lo has practicado, quizás lo mejor es que te decantes por otro tipo de ejercicio en el que tus articulaciones nos estén sometidas a tanto impacto. Nuestras propuestas: la natación, el Método Pilates, yoga, entrenamientos personales o simplemente salir a caminar de forma continuada y a paso ligero.

Si de lo contrario ya solías correr antes de quedarte embarazada… ¡Puedes seguir haciéndolo! Correr un poco no sólo será bueno para tu cuerpo, sino que además te ayudará a despejar tu mente y olvidarte un poco del estrés.

Nuestros consejos

  • No fuerces en exceso tu cuerpo. Si antes solías marcarte las metas en kilómetros, ahora hazlo en periodos de tiempo. Y siempre, de forma suave. Recuerda que aunque la intensidad no sea tan alta como la de antes, el simple hecho de mover las piernas está generando un pequeño impacto en tu cuerpo, algo que nos lleva a nuestro segundo consejo.
  • ¡Ejercita tu suelo pélvico! Alterna el running con los ejercicios de Kegel para evitar que el impacto debilite la zona. De esta forma se facilitará el futuro trabajo de parto y la recuperación posterior.
  • ¡Cuida tu equilibrio! Con el aumento de peso y el crecimiento de la tripa, tu centro de gravedad no va a ser tan estable. Así que evita correr en zonas irregulares como campo a través o caminos mal asfaltados.
  • Imprescindible, unas buenas zapatillas. Durante estos meses la hormona de la relaxina, fundamental para el parto, hace que tus ligamentos sean más maleables y laxas, por lo que es muy importante que añadas a tu rutina de entrenamiento ejercicios específicos para potenciar la estabilidad de tus articulaciones. Si a esto le añadimos que durante la carrera hay momentos en los que tu cuerpo está suspensión, es fundamental tener un buen calzado que te mantenga estable y bien amortiguada, para que ni tu tobillo, ni la rodilla ni la cadera sufran con los saltos y pisadas.
  • Bebe, bebe y bebe. Durante el embarazo se debería beber un poco más que normalmente, llegando a los 2,5 litros o incluso a 3 litros de agua al día en función de la actividad física que se realice. Así que ya sabes, sal siempre con una botella de agua y bebe pequeños sorbos, aunque tu cuerpo no te lo pida ;) ¡Así estarás bien hidratada!

Y lo más importante…¡saca siempre tu mejor sonrisa! ;) No es una competición así que disfruta y deja que tu mente se despeje mientras tu cuerpo se ejercita. ¡A por ello!