Después del verano…¡Vuelta a la rutina!

¿Cómo se ha podido pasar tan rápido? Esa es la pregunta que muchos nos estamos haciendo tras la vuelta de las vacaciones. Y es que después de unos días de desconexión, encontrarse de nuevo con la realidad es un cambio muy brusco que nos desestabiliza física y mentalmente. ¿O acaso no os suena aquello de la depresión posvacacional? Por tanto, con el fin de evitar sufrir este temido síndrome, os damos algunas pautas que, seguro, os ayudarán para que este mal trago no se convierta en el mayor de vuestros retos ;)

1. Si todavía no has vuelto….

¡Presta atención! Porque los expertos aconsejan no volver de vacaciones justo el día antes de tener que empezar a trabajar o a ir a clase. ¿Por qué? Muy sencillo. Debemos concedernos un tiempo de adaptación para que el cambio sea más gradual . Con lo cual, lo mejor es volver unos días antes para que la mente vaya asumiendo la rutina y no se le haga todo tan cuesta arriba.

2. Pequeñas escapadas

Hacer planes para el próximo verano no suele ser la mejor recomendación para motivarse. Sin embargo, lo que sí nos puede ayudar es hacer planes a corto plazo. Es decir, es conveniente aprovechar algunos fines de semana para hacer cosas diferentes a las habituales para salir un poco de la rutina, como pasar el día en la sierra, organizar alguna excursión, escaparnos a alguna casita rural para pasar un par de días de relax, etc. Suena bien, ¿no? :)

3. Tiempo personal

Este punto es importante. Es imprescindible respetar cada día el tiempo para uno mismo. Para la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente. Durante las vacaciones nos acostumbramos a tener tiempo de ocio constante. Por ello, para ir ajustando nuestro ritmo de vida a la nueva rutina, es necesario programar un tiempo de ocio personal, ya sean 15 minutos o 2 horas.

4. De vacaciones todo el año

Un consejo muy útil para que la motivación no decaiga es incorporar hábitos de las vacaciones a la rutina del trabajo. ¿Un ejemplo? Despertarnos un poquito antes para poder desayunar leyendo el periódico… Este consejo no vale para los perezosos ;)  Otra cosa que podemos hacer es salir a comer o a cenar de vez en cuando, establecer un día de cine… ¡Vuestra imaginación es la que manda!

5. A descansar se ha dicho

Nos lo han repetido un millón de veces. Dormir un mínimo de 8 horas es la mejor garantía de una buena salud. Seguro que alguna vez habéis pasado una mala noche y al día siguiente vuestra mente estaba en off… Oye, que ni con una montaña de cafés se quita.  Y es que despertarse descansado sólo tiene ventajas. Hace que estemos más avispados y, lo más importante, consigue que estemos de buen humor :)

4 Bienvenida dieta equilibrada

Los excesos del verano pasan factura. Pese a que se come más cantidad de fruta, pecamos con otro tipo de alimentos que hacen que nuestro cuerpo necesite un poco de descanso. Lo bueno es que el pobre es bastante agradecido, por lo que no hace falta que hagamos una dieta súper estricta. Simplemente tenemos que comer bien y volver a nuestros hábitos de siempre. Es verdad que ahora hay batidos detox y demás complementos que nos pueden venir muy bien como ayuda extra. Pero no hay  que olvidar que lo más importante es tener una buena base de alimentación para tener una salud de hierro.

5. Viva el ejercicio

No dejes que el gimnasio sea sólo un propósito a la vuelta de las vacaciones. Es muy importante moverse para no convertirnos en sedentarios. Tampoco hace falta hacernos triatletas de repente. Basta con hacer ejercicio moderado. ¿La frecuencia? Lo ideal sería  hacerlo todos los días. Si, lo sé, nuestras vidas son muy ajetreadas. Pero tenemos que esforzarnos para sacar algo de tiempo. Merece la pena. Además hay  que aprovechar que, afortunadamente, el deporte está de moda, por lo que  tenemos a mano actividades para cualquier edad y condición física.  Así que, levántate del sofá y, como dice la canción, “ Move your body, baby” ;)  ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!

En resumen, ten paciencia y sé positivo. La vuelta a la rutina es un escalón que nos toca pasar a todos. Tener una buena actitud y unos buenos hábitos de vida son la clave para no tropezarse y afrontar el cambio con éxito. ¿te atreves?  :)